viernes, 6 de noviembre de 2009

PLANEAR EL USO DEL SOFTWARE EN EL SALON DE CLASE


La relevancia que tiene el poder efectuar la planeación del uso de un software dentro del proceso enseñanza aprendizaje en el aula, se ha visto y se le ha considerado como “vital”, ya que será la guía que utilizará el docente/instructor, que le facilitará el cumplimiento de sus actividades y metas planteadas, ya que contendrá, el modo en el que será administrada la información o se presentará a la comunidad estudiantil –grupo-. Dentro de la planeación se tendrán claramente las actividades que se realizarán en la aplicación de un determinado software. Una buena planeación nos llevará a un buen plan de uso del software, el cual nos ayudará a lograr los objetivos planteados para alcanzar un buen aprendizaje en el aula, evitando con ello improvisación, permitiendo la buena administración del factor tiempo y de la información.
Para llegar a ello, atendiendo a la propuesta del Dr. Gandara, en su documento “Lineamientos para la elaboración del planes de uso de programas de cómputo educativo”, es necesario considerar muchos factores para lograrlo. Desde definir la necesidad o problema a resolver, que es el punto de partida. Con base a ello determinar los demás componentes del modelo NOM, es decir, la modalidad de uso y la orientación. Si es para usar en laboratorio tradicional, a través de una computadora en el salón de clases, en el laboratorio virtual, etc. y a quienes está orientado, a alumnos, a profesores, a ambos.
Atendiendo a ello en la Universidad del Golfo de México se han iniciado los trabajos para impartir algunas materias con apoyo de la plataforma Claroline. Que están orientados a profesores y alumnos y bajo una modalidad de una computadora en el salón de clase y educación en línea. Atendiendo a las necesidades y problemática a resolver. En esta etapa estos trabajos podrían considerarse en el nivel de desarrollo, de acuerdo con la clasificación NOM, que es cuando se desarrollan los contenidos adaptados al uso de la plataforma, sin embargo, cuando se emplean para conducir una clase se convierten en plan de clase, en virtud de que el profesor aplica si desarrollar o modificar sustancialmente lo ya desarrollado previamente y se limita a ejecutar las rutinas propuestas. Los alumnos obtienen asesoría del profesor, encuentran apoyo en la plataforma y con el empleo de las TICs llevan a cabo las rutinas.
El protocolo de Gándara contempla la determinación del software a utilizar con los requerimientos técnicos y físicos necesarios para su operación, es decir, todo en cuanto al hardware en todas sus especificaciones, los servicios adicionales como: energía eléctrica regulada, conexión a internet, conexiones de red, los espacios físicos, los equipos complementarios como son los proyectores cañones, pantallas, bocinas, etc. Con lo que se encuentra instalado en la institución se comprueba la pertinencia de dicho protocolo ya que se debieron determinar e invertir en esas instalaciones y equipos para hacer realidad el proyecto de educación a distancia en esta etapa.
Algo muy importante que quizá no está considerado en el protocolo propuesto es la capacitación que deben tener tanto profesores como alumnos. Esta capacitación debe ser en tres líneas a considerar: desde los conceptos básicos de computación, es decir alfabetización digital; el empleo del software a utilizar, en nuestro caso la plataforma Claroline; y las herramientas básicas como procesadores de palabras, hojas de cálculo, preparador de presentaciones, correo electrónico, algunas rutinas como compactar archivos, convertirlos en otros formatos, etc.
A nuestro juicio podría enriquecerse si se agregara algún recurso de evaluación en dos líneas, la primera, que permita identificar avances en el aprendizaje del alumno y la segunda que evalúe la eficacia del software en su funcionamiento y que en ambos casos permita identificar sus áreas de mejora.
Importante también es determinar los recursos adicionales tales como textos de consulta, ligas a sitios de interés que el plan de clase pueda requerir, así también elementos como rúbricas y encuestas del funcionamiento.
Fuente:
Gándara, Manuel. Lineamientos para la elaboración de planes de uso de programas de cómputo educativo. ENAH/INAH. México, 1999.

2 comentarios:

  1. Me parece que una de las mejores aportaciones del Dr. Gándara es el Modelo NOM

    ResponderEliminar
  2. Decìa que una de las mejores aportaciones del Dr. Gándara, es el Modelo0 NOM

    ResponderEliminar